Se usa con fines terapéuticos y rituales que refuerzan nuestro vínculo con la tierra, despertando nuestra memoria ancestral y espíritu. Además, trae beneficios físicos que refuerzan nuestro organismo.
Desde tiempos inmemoriales la música ha estado presente en la vida humana, interviniendo nuestros procesos neurológicos. Reducción del estrés, la ansiedad, afiliación social o gratificación.